Currilla Vazquez

01 octubre 2009

Expectativas Realistas


Nadie estuvo a mi lado, sino que
todos me abandonaron;.....
Pero el Señor estuvo conmigo
y me fortaleció.

2 Timoteo 4: 16

Una de las cosas que estoy aprendiendo
a medida que me hago mayor, es no esperar
demasiado de los demás.
Algunas veces ponemos mucha energía y
amor en un amigo o miembro de nuestra
familia y vemos que éste no corresponde
o no paga nuestros esfuerzos con gratitud.
Incluso es posible que otros sean los que reciban
el crédito o el mérito por el trabajo que hemos hecho.
Si esperamos que todos reconozcan y agradezcan
lo que hemos hecho por ellos.......
Ciertamente quedaremos profundamente heridos.
Comenzaremos a preguntarnos:
"¿Es éste todo el agradecimiento que recibo?"
En esos momentos de decepción, sería bueno
examinar nuestros motivos.
¿Tenemos algún sentimiento pecaminoso de
sentirnos con derecho a algo, o alguna pasión por
ser vistos y aplaudidos por nuestros esfuerzos?
¿Podemos dar con libertad y dejar que los demás se
responsabilicen de sus propias respuestas?
En muchos momentos de nuestra vida, nos
sentiremos abandonados y defraudados, pero nuestro
enfoque tiene que estar en la fortaleza de Dios.
Nunca debemos esperar obtener de los demás lo
que sólo Jesús puede dar.
Hacer eso es algo totalmente poco realista.
Nuestra tarea es simplemente dar y dejar los
resultados a nuestro Maestro, sabiendo que un día
recibiremos su recompensa, y nos dirá:
" Bien, siervo bueno y fiel"

* * * * * * * * * * * * * * * * *

El trabajo bien hecho para Cristo
recibirá un "bien" de Cristo.

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