Sumamente pura es:
Tu Palabra.
Y la ama tu siervo.
Salmos 119 : 140
Vivo en un mundo de palabras:
Palabras que halagan.
Palabras que amenazan.
Palabras que seducen.
Palabras que engañan.
Palabras de cumplido, de excusa, de
disimulo, y de mentira desnuda.
Nunca acabo de saber si puedo fiarme de
lo que oigo, o creer lo que leo.
Y luego Señor, me vuelvo a Tu Palabra en el silencio
de mi corazón, y llena mi vida de gozo.
Tu Palabra es mi refugio.
Tu Palabra es el alimento, que sacia mi alma.
Tu Palabra, es mi salvación.
* * * * * * * * * * * * * * * * *
Tu Palabra.
Y la ama tu siervo.
Salmos 119 : 140
Vivo en un mundo de palabras:
Palabras que halagan.
Palabras que amenazan.
Palabras que seducen.
Palabras que engañan.
Palabras de cumplido, de excusa, de
disimulo, y de mentira desnuda.
Nunca acabo de saber si puedo fiarme de
lo que oigo, o creer lo que leo.
Y luego Señor, me vuelvo a Tu Palabra en el silencio
de mi corazón, y llena mi vida de gozo.
Tu Palabra es mi refugio.
Tu Palabra es el alimento, que sacia mi alma.
Tu Palabra, es mi salvación.
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