No me rechaces en el tiempo de la vejez;
No me desampares cuando me falten las fuerzas.
Salmos 71: 9
Detrás del rostro anciano de un cristiano de mucho tiempo
están los recuerdos de la familia y amigos.
Las arrugas significan tiempos de ferviente oración, un
cuidado de amor y décadas de trabajo útil.
La belleza ya no es el encanto superficial de la
juventud, sino la hermosura honrada por el tiempo
de una vida bien vivida.
Mi hermana Inmaculada, trabaja en un asilo de
ancianos como enfermera.
Adora a estos hermosos viejitos, y sufre mucho
cuando alguno de ellos se marcha.
Son personas especiales para ella y nos transmite
ese amor a las demás hermanas "somos siete chicas".
Sin embargo, no siempre se aprecia a los ancianos.
Personas inescrupulosas los obligan
a vivir en condiciones indignas y malísimas.
Hay incluso quien dice:
"Que deberían morirse y quitarse del camino"
Otros sugieren que son una carga innecesaria.
Como cristianos, debemos resistir esta tendencia
y trabajar para revestirla.
Muchas de estas queridas personas se sienten:
"Rechazadas y abandonadas"
Cuidemos a nuestros ancianos y amémosle
en el nombre de Jesús.
La amabilidad, y amor que les mostramos a
los ancianos, da brillo a sus años de ocaso.
Dios nos puede usar para exhortar a aquellos que
oran diciendo:
"No me rechaces en el tiempo de la vejez"
............................................
Este verso, de un poema de Joseph Campbell,
se aplica a personas que han servido al señor toda
su vida y todavía están dando fruto en su vejez.
Yo hoy con todo mi amor quiero dedicarlo a:
Samuel y Margarita de Allen.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
"Como una vela blanca en un lugar santo,
así es la belleza de un rostro anciano"
No me desampares cuando me falten las fuerzas.
Salmos 71: 9
Detrás del rostro anciano de un cristiano de mucho tiempo
están los recuerdos de la familia y amigos.
Las arrugas significan tiempos de ferviente oración, un
cuidado de amor y décadas de trabajo útil.
La belleza ya no es el encanto superficial de la
juventud, sino la hermosura honrada por el tiempo
de una vida bien vivida.
Mi hermana Inmaculada, trabaja en un asilo de
ancianos como enfermera.
Adora a estos hermosos viejitos, y sufre mucho
cuando alguno de ellos se marcha.
Son personas especiales para ella y nos transmite
ese amor a las demás hermanas "somos siete chicas".
Sin embargo, no siempre se aprecia a los ancianos.
Personas inescrupulosas los obligan
a vivir en condiciones indignas y malísimas.
Hay incluso quien dice:
"Que deberían morirse y quitarse del camino"
Otros sugieren que son una carga innecesaria.
Como cristianos, debemos resistir esta tendencia
y trabajar para revestirla.
Muchas de estas queridas personas se sienten:
"Rechazadas y abandonadas"
Cuidemos a nuestros ancianos y amémosle
en el nombre de Jesús.
La amabilidad, y amor que les mostramos a
los ancianos, da brillo a sus años de ocaso.
Dios nos puede usar para exhortar a aquellos que
oran diciendo:
"No me rechaces en el tiempo de la vejez"
............................................
Este verso, de un poema de Joseph Campbell,
se aplica a personas que han servido al señor toda
su vida y todavía están dando fruto en su vejez.
Yo hoy con todo mi amor quiero dedicarlo a:
Samuel y Margarita de Allen.
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"Como una vela blanca en un lugar santo,
así es la belleza de un rostro anciano"
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