Currilla Vazquez

07 septiembre 2009

Enfermedad y Muerte


Por tanto, como el pecado entró en el mundo
por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres.
Por cuanto todos pecaron.


Romanos 5: 12

La enfermedad abunda y con frecuencia la
experimentamos en nosotros mismos.
No podemos evitarla.
Ser cristianos no eleva al creyente al plano de la salud perfecta.
La enfermedad, tarde o temprano, pondrá fin a nuestra vida.
¿Que aprendemos de este hecho indiscutible del
predominio universal de la enfermedad?
¿Qué explicación podemos darle?
¿Podemos suponer que Dios creó al hombre con una
naturaleza predispuesta a la dolencia y la enfermedad?
¿Podemos imaginar que Aquél que creó un universo
de tanto orden, fuera también el creador
de sufrimientos, y dolor innecesarios?
¿Podemos pensar que Aquél que hizo las cosas
"buenas en gran manera"
creara la raza de Adam, para que enfermara y muriera?
¡Tal suposición me subleva!
porque introduce una gran imperfección
en el seno de las obras perfectas de Dios.
¿No creéis que debe de haber otra explicación,
que aclare el problema?
La única explicación nos la ofrece la Biblia.
Algo se introdujo en el mundo que ha destronado al hombre de
la posición en que fue creado, y le ha privado,
de sus privilegios originales.
Algo ha venido en este mundo, que ha dañado
el perfecto orden de la creación de Dios.

¿Y qué será ese algo?
Es el pecado.
El pecado es la causa, de toda enfermedad y
toda dolencia, como de todo sufrimiento.
Todo el orden creado por Dios, ha quedado profundamente
afectado, por las consecuencias de la rebelión
de Satanás y el pecado de Adán.
En su lugar hay una discordia que ha afectado
la obra de la creación, el funcionamiento de la naturaleza,
y el modelo de la vida animal y humana.
Ha de llegar el día cuando tendremos que enfrentarnos,
con la enfermedad y la muerte, y deseo con todo mi corazón,
dar un consejo a todos aquellos que sienten que
lo necesitan y están dispuestos a guardarlo:
Si no estás seguro de la salvación de tu alma,
¡prepárate para el encuentro con Dios!.
Arrepiéntete de tus pecados.
Refúgiate en el Salvador Jesús.


* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *


No hay comentarios:

Publicar un comentario