Currilla Vazquez

15 mayo 2009

Imagen y Semejanza


Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó,
varón y hembras los creó.


Génesis 1: 27

La imagen de Dios la recibió el primer
hombre sobre la tierra y, de alguna
manera refractada, cada uno de
nosotros poseemos esta cualidad
"Maravillosa y extraña"
Quizás te preguntaras....
¿Como podemos, los seres humanos
visibles, expresar la imagen de Dios?
Claro, que no podemos parecernos a
Él, en rasgos como cejas o lóbulos de
orejas, porque Dios es:
Espíritu, invisible.
El concepto "imagen de Dios"
En la narración de Génesis, aparece
en la consumación de toda la creación.
En etapa de desarrollo, el Génesis
observa de modo meticuloso que Dios
mira su creación y manifiesta que es buena.
Pero a esa creación aún le falta una criatura
que contenga la imagen de Dios.
Solo después de esa preparación, el Señor
anuncia la culminación de la vida en la tierra.
"Hagamos el ser humano a nuestra
imagen y semejanza"
Entre todas las criaturas de Dios, solamente
la especie humana recibe la imagen del Señor,
y esa cualidad nos distingue de todo lo demás.
Poseemos lo que ningún animal tiene;
Estamos ligados en nuestra esencia a Dios.
Tenemos en común con los animales una
estructura biológica compuesta, de hueso,
órganos, músculos, grasa y piel.
Pero para nosotros los humanos, este cuerpo
es como una vasija, un deposito para imagen.
Nuestras estructuras celulares de proteínas
dispuestas por ADN se pueden convertir
en templos de Espíritu Santo.
No somos:
"Simples mortales"
Somos del todo inmortales.

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