Un Gusano En El Fruto

Como el pecado entró en el mundo por un hombre, y
por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos
los hombres, por cuanto todos pecaron.

Romanos 5: 12

El primer hombre desobedeció el primer mandamiento
y con este hecho rompió su relación con Dios.
El hombre quiere hacerse independiente de Dios.
Posee cualidades, pero el mal está en él, así como
un gusano está en un fruto sano:
Pasiones, codicias, ambiciones, violencia, corrupción...
A este pecador, ese hombre caído de su primer estado
y que merece la muerte, ¿lo abandonará Dios?
¿Ejecutará, sin ninguna consideración, nuestro
Creador y Dios, sentencia de muerte sobre el hombre?
¡Oh, no! Dios no deja de amarnos y nos ofrece un recurso
para sacarnos de ese eterno alejamiento de Él.
Primero, para establecer una nueva relación entre
Él y nosotros, Dios ofrece la salvación en Jesucristo, quien
vino para asumir la condenación a causa del pecado
de todos los que creen en Él.
Cristo soportó el castigo que todos merecíamos.
Por lo tanto, Dios forma un nuevo vínculo con los
creyentes basado en su justicia.
Luego otorga una nueva dignidad a esos creyentes.
"Les da protetad de ser hechos hijos de Dios"
En la familia de Dios sucede lo mismo que en una
familia feliz: El padre ama a sus hijos y se goza al ver
que buscan su compañía.
Para cualquier padre es un placer escuchar a sus
hijos, y se ocupa de ellos con amor.
Pero, si nuestro padre terrenal, nos cuida y protege
con tanto amor...
¿Qué estará dispuesto a hacer por nosotros
nuestro Padre Celestial?

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Acepta hoy a Cristo en tu corazón.
Pídele a Dios en oración, que quite el gusano del
pecado, con el que todo nacemos.
Entra en la familia de Dios, y disfruta de los mimos
y el amor, que nuestro creador quiere darte.

Señor, No Me Olvides

¿Hasta cuándo Señor?
¿Me olvidarás para siempre?...

Salmo 13: 1

¿Alguna vez te has preguntas si el Señor se ha olvidado de ti?
¿Te parece que no te está prestando tanta
atención como lo hacía antes?
Si es así, recuerda que las apariencias pueden ser engañosas.
Independientemente de lo que parezca ahora
mismo, el Señor no está lejos de ti.
Puede que te esté dando una oportunidad de
confiar en Él y de esperar su ayuda en vez de
confiar en tus propios recursos.
Todos hemos experimentado una clase de prueba
similar en nuestra vida diaria.
¿Qué padre o madre no le ha dicho a su hijo que se
quede en su lugar a esperar que el o ella vuelva?
¿Y qué padre no se angustia si ese hijo no está dispuesto a
esperar, sino que sale corriendo rápidamente por su cuenta?
Nuestra única esperanza verdadera está en Dios.
El Señor recompensa nuestra fe en gran manera.
Si estás pasado pruebas ahora mismo, no pienses
que Dios está lejos.
Es tu oportunidad de aprender que Él nunca te deja.
Dios sostiene a todos los que confían en Él.

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Gloriosa Puesta De Sol

Y sucederá que a la hora de la tarde habrá luz.

Zacarias 14: 7

Es maravilloso ser joven, tener la vista clara, una audición
aguda, pasos elásticos y un pulso que tamborea a la
marcha de una salud vigorizante.
Pero... La ancianidad tiene glorias que la juventud
no puede reconocer.
La ancianidad celebra la cosecha:
La juventud la siembra.
Igual que los frutos en el otoño, la cosecha de la
edad anciana se secará y se marchitará, o se volverá
tierna y más dulce a medida que madura.
No podemos escapar de los años que pasan.
La juventud se queda solamente para fortalecer
nuestros hombros para las cargas que hay por delante.
La vida conduce inevitablemente a la hora de la noche.
Sin embargo, las mejores cosas son las viejas, cosas
que han soportado y pasado la prueba del tiempo.
No te avergüences de tu edad.
Todo lo que permanece debe envejecer:
Los ríos, los mares, las estrellas etc.
No obstante, el tiempo de la noche de la vida puede
ser brillante únicamente si tenemos al que es:
Luz como nuestro Sol de noche.
Nada es más triste que una persona que envejece
y a quien le espera una eternidad sin Jesús.
Y nada es más dulce que un cristiano que se vuelve
cada vez más tierno, y que sigue creciendo y
descansando en Cristo a medida que hace frente
al mañana con confianza.

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Envejece en los tiernos brazos de Jesús.

Los Reyes Magos

Y postrándose, lo adoraron.
Y abriendo sus tesoros, le ofrecieron
sus presentes:
Oro, incienso, y mirra.

Mateo 2: 11

¿Quien eran los magos?
Los magos eran sabios astrónomos que vinieron del Oriente.
Eran creyentes en el Dios de los judíos.
Los magos, habían escuchado las profecías, y no
solamente estaban convencidos, sino que
obraron en consecuencia.
Podían haber creído y alegrarse, del nacimiento del
Niño Jesús, sin moverse del Oriente, pero:
Eran demasiado sinceros y fervorosos.
No repararon en dificultades, como su edad, sus cargos, la
lejanía, y la impopularidad del pueblo hebreo en su país.
Y todo para ver......¿Que? ¡Un niño recién nacido!
Pero ellos sabían que ese pequeño era:
El Mesías prometido.
El Salvador de la humanidad.
Su fe, les hizo creer, seguirle, adorarle, y ofrecerle.


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Quizás nosotros, no tenemos tesoros como los
magos, para dar a Jesús, pero si podemos ofrecerle:

-El Oro de nuestro Tiempo.

-El Incienso de nuestras Oraciones.

-La Mirra de nuestra Abnegación.

Entonemos juntos una dulcísima canción, para ofrecer
nuestras vidas, al niño que nació.
Dejemos nacer a Jesús en nuestros corazones.

Pasado, Presente, Y... Futuro

El Señor irá delante de vosotros.
Os congregará el Dios de Israel.

Isaías 52: 12

Al terminar el año nos volvemos con avidez, anhelantes
hacia todo lo que Dios tiene dispuesto para el futuro.
No obstante, el recuerdo de algunas cosas
del pasado no dejan de llenarnos de ansiedad.
Nuestro goce en el presente de la gracia de
Dios, tiende a desdibujarse ante la memoria de
los pecados y errores del ayer.
Pero Dios es también Dios de nuestro pasado, y es
Él quien permite que la memoria del ayer
transformes nuestro pasado en un misterio de
crecimiento espiritual para el futuro.
El Señor nos hace recordar el pasado, para protegernos de
nuestro efímero sentimiento de seguridad en el presente...
Dejemos que el pasado duerma en el dulce abrazo de Cristo.
Deshazte de lo irreparable del pasado abandonándolo en
Sus manos, y sal hacia un futuro invencible con Él.
Comencemos este Nuevo Año, colocando nuestro
Pasado, Presente, y Futuro, Bajo:
"El cuidado seguro de Dios"

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Si andamos con Dios hoy...
Podemos tener confianza en el mañana.