Currilla Vazquez

11 septiembre 2009

¿Y Fueron Felices....?


Así que no son ya más dos, sino una sola carne;
Por tanto, lo que Dios juntó que:
"No lo separe el hombre"


Mateo 19: 6

A pesar de lo que hemos escuchado en
incontables cuentos de hadas, no hay ninguna
garantía, de que la gente que se casa
vaya a ser feliz para siempre.
Las cosas salen mal, a veces...
¡Terriblemente mal!
Incluso con la mejor de las intenciones, puede
que nos encontremos en una casa llena de:
Resentimiento, hostilidad, agitación, y desgracia.
No hay dolor más grande como el de un matrimonio infeliz.
Muchas parejas disuelven su matrimonio de mutuo acuerdo.
A esto lo llaman "divorcio sin culpa"
Pero el "divorcio sin culpa" no existe.
Según Jesucristo, sólo existe el divorcio debido a la:
"Dureza de corazón"
Sin embargo, un matrimonio difícil puede ser el
marco en el cual Dios lidie con el "yo interno"
En lugar de centrarnos únicamente en lo que va mal
con nuestro cónyuge, necesitamos abrir nuestro corazón
al Señor y pedirle que confronte el mal que hay en nosotros.
El empezará a hacerlo:
Amablemente, poco a poco, con generosidad.
Nosotros comenzaremos a vernos como somos
y no como la persona..
Delicada, paciente, amable, generosa, entregada y con
dominio propio que nos habíamos imaginado ser.
Llegaremos a ver cuánto necesitamos el perdón del
Salvador y la ayuda del Espíritu para hacer:
Lo correcto en amor.
Aunque tal vez no se curen todos los males de nuestro
matrimonio, la gracia de Dios nos puede sanar.

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Mucha gente se casa para estar juntos
en las buenas o en las malas, pero...
No para siempre.

1 comentario:

  1. me gustamucho este blog
    inspira y anima
    a meditar en la palabra del Señor
    pero quisierA sabeer de dondde
    sacas tantas imagenes
    atte Denisse mtz
    Monterrey.Mexico

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