Currilla Vazquez

10 marzo 2012

La Vejez


Delante de las canas, te levantarás.
Y honrarás el rostro del anciano.
Y de tu Dios tendrás temor.
Yo Jehová.


Levítico 19: 32

La edad comienza a pesar, ha hacerme sentir incomoda,
ha dibujar el molesto pensamiento de
que los años que me quedan de vida, son ya
probablemente,
menos de los que he vivido.
La memoria me falla, mis pasos se acortan.
Mis sentidos van perdiendo la agudeza, de que
antes me gloriaba.
Pronto necesitaré la ayuda de otros, y solo pensarlo...
Me entristece.
Señor, dame fuerza, dame aliento.
Dame la gracia Padre, de envejecer con garbo, y de
amar
la vida hasta el final.
De sonreír hasta el último momento.
De hacer sentir a los demás, que no hay nada que
temer,
cuando Tú estás a nuestro lado.
¡Dios de mi juventud!
Se también....
¡El Dios de mi ancianidad!


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