Currilla Vazquez

17 septiembre 2010

De qué Color es... ¿La Piel de Dios?

Hermanos míos, que vuestra fe en
nuestro glorioso Señor Jesucristo
sea sin acepción de personas.

Santiago 2: 1

La mayoría de personas detestan que se les
acuse de ser racista, pero el perjuicio racial en
nuestra sociedad es demasiado frecuente.
Este perjuicio, puede arraigarse en los corazones a muy
temprana edad, y convertirse en malas hierbas
bien establecidas con profundas raíces.
Nuestros niños, no miran el color de las personas
hasta que escuchan a los adultos hacer declaraciones
infundadas y despreciativas, o los ven esquivando
personas de otra raza.
Las leyes pueden contribuir a minimizar la
discriminación en el mercado de viviendas y lugares
de trabajo, pero no hay legislación que elimine:
"El perjuicio del corazón"
Deberíamos mirar más al Calvario.
Allí, nuestro Señor Jesucristo, dio su vida por personas
de toda lengua, raza y nación.
Fue el terrible precio que Él pagó para perdonar
nuestros pecados, y mostrarnos el amor que
siente por cada una de las personas de este mundo.
El alcance universal de su sacrificio, muestra su
amor por todos, y nos sitúa al mismo nivel.
Todos podemos arrodillarnos juntos al pie de la cruz.


Mi oración
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Señor, ten misericordia de nosotros si es que hemos
avivado el fuego del perjuicio racial que
apagaste con tu muerte en la cruz.


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"Mirar a la cruz impide que miremos con
desprecio a los demás"



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